Alexandra Huerta, de 22 años, se encontraba jugando con un tablero Ouija junto con su hermano Sergio, de 23 años y su primo Fernando Cuevas, de 18 años de edad, en una casa del pueblo de San Juan Tlacotenco, al suroeste de México. Simplemente estaban pasando una tarde disfrutando de un elemento tan enigmático como la Ouija, pero pasados unos minutos, al parecer comenzaron a “gruñir” como animales y entraron en un “estado de trance”, según informaron los medios de comunicación locales.
Según el informe oficial, Sergio y Fernando también comenzaron a mostrar signos de “posesión”, como la ceguera repentina, sordera y sentir la presencia de entidades negativas. Cuando los padres de Alexandra vieron con terror lo que estaba ocurriendo, llamaron inmediatamente a los servicios médicos, lo cuales procedieron a llevar a los tres jóvenes rápidamente al hospital más cercano.
Los médicos de urgencias se vieron obligados a inmovilizar a Alexandra para evitar que se hiciera daño a sí misma, antes de tratarla con analgésicos y otros calmantes. Según dijeron los padres de Alexandra a los medios de comunicación, llamaron a los paramédicos después de que el sacerdote católico local se negara a realizar un exorcismo a los tres porque dijo que no eran católicos practicantes.
Los paramédicos afirmaron que mientras Alexandra “gruñía como un animal” repetía una y otra vez que“todos iban a morir”.
“Vamos a morir”, dijo Alexandra mientras “gruñía”.
“¿Por qué vas a morir?”, le dijo el paramédico.
Al no obtener respuesta a esta última pregunta, el paramédico trato de clamar a Alexandra diciéndole: “Hay que mejorar, tu familia te espera”. Entonces con una voz fuera de lo corriente, le contesto: “También van a morir”.
Victor Manuel Rojas Demesa, el director de seguridad pública en las cercanías de la ciudad de Tepoztlán, dijo:
“La actuación medica para estos tres jóvenes fue realmente complicada”, dijo Victor Manuel Rojas Demesa a los medios de comunicación. “Ellos sufrían de movimientos involuntarios y era difícil trasladarlos al hospital más próximo. Parecía como si estuvieran en un estado de trance, al parecer después de jugar con la Ouija. Ya sea porque realmente estaban poseídos, o simplemente porque ellos mismos estaban convencidos de que estaban poseídos, no fue sencillo para los médicos. Los jóvenes explicaban que se sentían entumecimiento, tenían visión doble, ceguera, sordera, alucinaciones, espasmos musculares y dificultad para tragar. Aun no podemos dar un diagnóstico para lo que sucedió en la casa.”
Una vez más queda patente que el uso de una herramienta tan poderos a que se creó para la comunicación espiritual no debe estar en manos de un niño. Incluso si las personas adultas no son conscientes de estos peligros, tampoco deben usar la Ouija.
Y si la explicación de unos pocos no es suficiente para entender los peligros de la Ouija, la mayoría de demonologistas recomiendan encarecidamente no utilizar el tablero. Los más experimentados demonologistas han sido testigos de posesiones demoníacas y episodios con espíritus malignos que tenían el tablero de Ouija como denominador común.
¿Aún quieres usar esa la tabla Ouija?
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