Con los pelos de punta y con puras ganas de virarse terminan los chiquillos que visitan la biblioteca Isaac Arce de Antofa, ubicada al costado del Teatro Municipal, y es que en lugar se dejó caer un catete fantasmín, que según los relatos, bota los libros de los estantes y hasta palmotea a quien se le cruce en el camino.
La fantasmal presencia fue bautizada por guardias y el personal que trabaja en el lugar, con el nombre de “Lola” y es que todos creen que se trata de una juguetona alma femenina que busca entretenerse a costa de los mateos que se queman las pestañas leyendo en el lugar.
Según contó un funcionario del recinto, que prefirió mantener el anonimato para no tener atados con los jefes, los jugueteos de la “Gasparín” no han sido un chiste para varios trabajadores, que han renunciado o pedido su traslado, aterrados con las manifestaciones espectrales que cada día se hacen más constantes.
“Las personas que han durado en el trabajo es porque se han acostumbrado a ella y ya la ven como parte de la biblioteca; sin embargo, ella es muy territorial y no le gusta la gente nueva, por eso siempre las emprende contra ellos, causando la renuncia inmediata de estos”, cuenta el funcionario.
CELOSA
Pero los que más la sufren son los guardias, que evitan acercarse a sus “territorios”, especialmente de noche, ya que está el temor de ser víctima de su enojo, y es que ya son varios los que han vivido experiencias paranormales que los han dejado con la mansa colitis.
“Realmente da miedo acercarse de noche a la biblioteca porque han pasado muchas cosas sin explicación. Yo una noche vi como una especie de aura blanca salía por un costado de la biblioteca”, contó José Medina, un ex trabajador del recinto.
Alguien que ya conoce el tema es Mariela González, una estudiante que habitualmente visita el lugar. La chiquilla conoce la historia de “Lola” y asegura que “pareciera que a ella le gusta ver pelear a las trabajadoras de la biblioteca, y por eso es que esconde las cosas, para que armen disputas entre ellas”.
Todo va, según ella, en que la fantasma es demasiado “traviesa y celosa, si alguien no le agrada se esmera en asustarlo al punto de que estos dejen el lugar, los empuja o bien les tira el pelo”.
Y la cuática visita parece que tiene para rato, ya que el funcionario de la biblioteca, nos contó que los últimos días aumentó la actividad paranormal.
Lo increíble es que, según relata, el rumor de esta presencia se esparció por la ciudad, lo que generó que aumentaran las visitas a la biblioteca, y todo por las ganas de vivir una experiencia paranormal.
Fuente: Diario La Cuarta.cl, artículo de Ronald Barraza.
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