¡Casa embrujada ardió sola en Noche de San Juan: Sacerdote prepara exorcismo!

Archivo de prensa de La Cuarta, publicado el 25 de Junio de 2003

Una Noche de San Juan plena de prodigios, que incluyó desde el marcial desfile a paso del ganso del fantasma de un veterano terrateniente militar ya descarnado en el osario hasta los aullidos de piedad que lanzaban las almas perdidas que olvidaron el camino que conduce hacia sus antiguas casas y no entienden la moderna señalética vial instalada por el MOP, vivieron los vecinos de Talagante, tierra de brujas, maleficios y espectros resentidos.


El equipo de cazafantasmas de La Cuarta se trasladó hasta la capital de esa provincia, luego que la policía reportara que misteriosas lenguas de fuego, que surgieron desde el mismísimo infierno, estuvieron a punto de reducir a cenizas, nuevamente, la casa Nº 547 del Pasaje 2 en la Villa España.


La maldición que se cierne sobre este hogar, habitado por el obrero de la muni de El Monte Juan Ulloa Vera (35), su taita Guillermo (73), su esposa Mirtha Catalán (29) y sus cuatro hijos, es conocida como pirokinesis por los parasicólogos, es decir, un incendio espontáneo cuyas causas se desconocen.




La casa de la familia se ha incendiado dos veces hasta los cimientos en los últimos años y ha sufrido media docena de amagos.

"La primera vez ocurrió a las 18 horas del 17 de diciembre de 2001. Estábamos en el comedor cuando mi padre escuchó ruido en el patio y se asomó. Casi se muere de la impresión al ver una bola de fuego del tamaño de un pelota de futbol que se estrellaba contra la muralla. Las tablas comenzaron a arder, pero cuando él la tomó para apartarla se dio cuenta que era más fría que el hielo", recuerda Ulloa.

Los inefables seres que moran en la oscuridad atacaron nuevamente a las tres de la tarde del 24 de agosto de 2002. En esa oportunidad, la residencia estaba completamente vacía y una vecina vio el humo. Tenía forma de picarón y envolvía toda la casa. La comadre fue a llamar a los bomberos, pero de improviso todo el rancho estalló en llamas.

Brujería mayor

Una vez más, los Ulloa-Catalán se quedaron con una mano por delante y otra por atrás. "Nos levantamos gracias a la alcaldesa Lucy Salinas, a don Francisco Leyton, propietario del supermercado San Francisco, y, sobre todo, a la colaboración de los periodistas y locutores de la Radio Manantial, que ya están cansados de organizarnos campañas. Nos llaman los 'quemados', pero esto es mucho más serio", dijo Ulloa.

"Esto es arte mayor, cosa de brujería. Aquí está metido el mandinga, el diantre, así que hoy mi señora fue a conversar con el padre Luis Gallardo para que haga un exorcismo y corretee al patas de cabra", añadió.

Sin contar otros episodios de fuego, que con sólo escucharlos al oyente se le paran los pelos, el del lunes fue cosa seria. De repente en el dormitorio surgió una delgada llama del piso y comenzó a quemar la pared. No quería apagarse y hubo que mezclar las cualidades extintoras del agua con una frazada mojada y un Padrenuestro para evitar que el incendio se propagara por toda la casa.

"Cuando estoy sola, escucho que alguien se pasea por el patio", asegura Mirtha, quien tiene su pieza tapizada con las imágenes del Sagrado Corazón de Jesús y de varias vírgenes.

Antiguo general

"El siglo pasado estos terrenos formaban parte del fundo de un general en retiro que sembraba limones, forraje y paltas. Los antiguos huasos de Talagante cuentan que este viejo tenía su propia ley y que mataba a tiros a los rotos que entraban a robarles los frutos y las gallinas. Eso debe ser cierto, porque cuando se tomaron los terrenos y comenzó la construcción de mediaguas y alcantarillado aparecieron varios esqueletos. Incluso había uno entero que todavía tenía amarrado a la espalda un canasto lleno de cuescos de palta, y un tiro en la cabeza", comentó un vecino.

Otro asegura que ciertas tardes se ve al milico con un fusil Mauser al hombro, vistiendo un desgarrado uniforme y con la cabeza cubierta por un oxidado casco Kaiser Guillermo, patrullando en vano su antiguo fundo.

La Cuarta conversó con Luis Gallardo, párroco de la Inmaculada Concepción, quien confirmó que ya se reunió con la familia y que en las próximas horas rezará y bendecirá la casa. El sacerdote se toma su tiempo porque, según dice, hay que prepararse harto y cargarse con harta energía celestial, de 97 octanos sin plomo, para medirse con el cachudo, porque es muy bravo.

Lucha con el mal




Hace algún tiempo, el cura Gallardo casi queda convertido en estatua de yeso de puro miedo cuando fue a exorcizar una vivienda embrujada en la comuna de Isla de Maipo. Muy seguro y lleno de fortaleza divina entró a la casa y, tomando el hisopo, comenzó a rociar la habitación. Todo anduvo bien hasta que llegó ante una mesa. Apenas recibió la lluvia de agua bendita el maldito mueble, al parecer poseído por Satán, se movió como dos metros. Después de ver cómo una mesa endemoniada puede salir arrancando en cuatro patas para escapar de la presencia divina, el párroco se la toma con calma.
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Subido por Unknown

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