La Casa de los Tubos



En la localidad La Escondida, en Monterrey, muy cerca de la iglesia de Cristo de la Montaña se encuentran las ruinas de una construcción arquitectónica muy peculiar, que los lugareños llaman la casa de los tubos. 

No solo resalta por su singular estilo, sino porque se cuenta una leyenda en torno a ella.



Todo comenzó con la mejor de las intensiones de un padre amoroso hacia su joven hija que se encontraba afectada por una parálisis en sus piernas. Por esta razón, decide construirle una mansión de extraño diseño cilíndrico, con habitaciones y pisos unidos por rampas para que la silla de ruedas en la que se desplazaba su hija tuviera libre circulación y la niña no se viera afectada por los obstáculos comunes que se encuentran en una casa normal.

Lamentablemente, este proyecto fue teñido por la desgracia desde el principio. Todo comenzó con dos trabajadores que murieron trágicamente durante la construcción en un accidente inexplicable. Esto hizo que la obra avanzara lentamente y generó aversión en los lugareños, que veían al edificio como una extraña torre de Babel cuya presencia era claramente abominable.



No obstante el padre, movido por el deseo de facilitar un poco la vida de su amada hija, decidió seguir con el proyecto adelante y una tarde llevó a la niña a la casa para que juntos pudieran observar el progreso de la obra. 

Tristemente, durante su visita, una imprudencia provocó que su silla de ruedas se deslizara por una de las rampas llevándola hacia la muerte al caer por una ventana. (Otras teorías indican que la niña se lanzó al vacío).

Después de tal tragedia el Padre no hizo más que perderse en el alcoholismo, y al no poder resistir más el dolor, se suicidó



Entonces la obra se detuvo y la casa fue abandonada a medio construir.

Aun así, han ocurrido en ella una cantidad considerable de desgracias posteriores: visitantes muertos, pactos suicidas, accidentes fatales. Pareciera que esta construcción es un imán de la desgracia.

Lo más espeluznante son las presencias que habitan en ella: Hay gente que afirma haber visto el fantasma de la niña en su silla. Otros escuchan los gritos de desesperación del padre. Otros dicen haber visto a los trabajadores que circulan todavía en ese trabajo que quedó inconcluso.


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Subido por Unknown

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