Primera edición 2005 por CPA Press.
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Traducido del Inglés por Juan Esteban Soto.
Lección I: Introducción a los Planetas
Por Claire Martín
El Sistema Solar
La tradición astrológica es milenaria, originada desde las meticulosas observaciones y cuidadosos registros hechos por los astrólogos sacerdotes mesopotámicos sobre las posiciones siempre cambiantes de los siete planetas visibles al ojo humano, considerando las relaciones entre sí y su paso por el telón de fondo de las estrellas y constelaciones. Un "horóscopo" (o mapa del tiempo) es una representación de las posiciones de los planetas vistos desde la Tierra en un momento y lugar determinados. Desde entonces la astrología siempre ha sido y seguirá siendo un sistema geocéntrico. Si bien el Sol es el centro del sistema solar, la Tierra es nuestro hogar, y es aquí desde donde nos orientamos.
¿Entonces, en primera instancia, los orígenes de la Astrología se encuentran en observaciones y registros sencillos?
Clare: Correcto. Mesopotamia siempre ha sido considerada como la cuna de la civilización occidental. Fue donde el arte, el oficio y la ciencia de la astrología occidental se forjaron por primera vez. Mesopotamia es un desierto llano de anchos horizontes e inmensos cielos nocturnos. Por lo tanto, no es sorprendente que los primeros mitos sean a menudo historias celestiales o que los cuerpos celestes fueron considerados deidades - fuerzas vivientes cuya relación con los seres humanos fue tan evidente como ignorada. Ahora que ya no miramos hacia arriba ni observamos los planetas que se mueven en los cielos nocturnos hemos perdido nuestra conexión instintiva con aquellos dioses vivientes y también hemos dejado de tomar la astrología en serio. A veces se dice que los planetas han dejado de hablarnos porque nosotros hemos dejado de prestarles atención. Pero si alguna vez han estado en un lugar alejado de todo y han mirado hacia el cielo nocturno, habrán experimentado algo de la majestad y poder de las estrellas y planetas.
Si alguna chispa de imaginación nos queda, mientras permanezcamos bajo las estrellas, confiando en las emociones e intuiciones que emergen en nosotros, podremos sentir con seguridad que estas aves de fuego ejercen un impacto en la vida del ser humano, influencia que es innegable.
Como estudiantes de astrología, una de nuestras primeras tareas es llegar a conocer y entender lo más básico de la astronomía y los mecanismos del sistema solar. Esta es la base de nuestro arte y nuestro oficio. Si pueden aprender esto ahora, les resultará muy útil durante todo su aprendizaje astrológico. Observemos entonces el orden de los planetas desde el Sol. La anatomía de nuestro sistema solar no ha sido necesariamente bien comprendida. Pero es de gran importancia para nosotros saber, como astrólogos, no solo porque sea crucial el entendimiento de los periodos orbitales de los planetas y de sus velocidades relativas cuando lleguemos a estudiar los ciclos planetarios y las técnicas de predicción, sino que también porque las características físicas de los planetas nos dicen bastante sobre su significado astrológico.
Observen en este diagrama que los periodos orbitales de los planetas dependen de su distancia con el Sol. El primer planeta después del Sol es Mercurio que se mueve muy rápidamente, con un periodo orbital de tan solo 88 días. Mercurio se encuentra la mayor parte del tiempo oscurecido como para poder divisarlo ya que está delante o detrás del Sol. Cuando podemos verlo, es por un corto periodo de tiempo mientras se lanza hacia uno de los costados del Sol. Primero a un lado, luego al otro. Incluso la astronomía de los planetas nos dicen algo sobre su personalidad astrológica. La órbita de Venus es de 225 días y se le ha conocido siempre por el nombre de Lucero del Alba, cuando asciende con el Sol por el este, y Lucero de la Tarde, cuando se pone con el Sol en el oeste, representando las dos caras de esta gran Diosa. A Mercurio y Venus se les conoce como planetas "inferiores", ya que sus órbitas se encuentran dentro de la de la Tierra. Por esta razón pareciera que acompañan al Sol en su viaje anual alrededor de la carta natal, a veces por delante y otras veces por detrás de él. Mercurio nunca puede estar a más de 27° de distancia con el Sol. Venus solo puede alejarse 48° de él.
La órbita de la Tierra está fuera de la de Venus y, como sabemos, su órbita aparente alrededor del Sol toma 365,25 días, o un año. La Luna es el satélite de la Tierra y toma aproximadamente 28-29 días para completar su órbita alrededor de ella. Como pueden apreciar en el diagrama, hay lunas nuevas cada mes (el mes lunar), cuando la Luna se ubica entre la Tierra y el Sol; hay luna llena todos los meses, cuando la Tierra se sitúa entre la Luna y el Sol.
Marte es el primer planeta "superior", cuya órbita se encuentra fuera de la órbita de la Tierra, y toma 687 días, aproximadamente dos años para completar la vuelta alrededor del Sol. Por su color rojo, siempre se lo ha asociado con derramamientos de sangre, con la ira y la guerra. Con sus dos satélites: Fobos y Deimos (cuyos significados son: "miedo" y "terror"), se conoce como el Dios de la Guerra. Por su órbita extremadamente elíptica, Marte parece aumentar de tamaño y poder a medida que se va acercando a la Tierra, y está en su mayor proximidad cuando la Tierra se encuentra entre el Sol y Marte. Luego parece retroceder hasta que alcanza su punto más distante de la Tierra, al otro lado del Sol. Conocido por los griegos como el dios Ares, el mes de marzo romano (cuando el Sol está en el signo de Aries) fue llamado así por este planeta.
Fuera de la órbita de Marte se encuentra el cinturón de asteroides, un ancho cinturón de rocas, considerado por algunos como restos fragmentados de un planeta que explotó. El cinturón de asteroides es una importante barrera astrológica, ya que marca la división entre los cinco planetas "personales" que son: Sol, Luna, Mercurio, Venus, Marte y los planetas "sociales" que son: Júpiter y Saturno. Los planetas personales describen nuestras características individuales, mientras que los planetas sociales describen la forma en que cada uno de nosotros se relaciona en el contexto social y cultural más amplio en que hemos nacido.
Júpiter, con un periodo orbital de 11,86 años, es el planeta más grande del sistema solar, diez veces más grande que la Tierra. Por su gran campo magnético, irradia más energía hacia el espacio que de la que recibe del Sol. Por su familia de lunas, tormentas constantes, su gran mancha roja y su rotación axial de aproximadamente 10 horas, todo acerca de Júpiter es activo, turbulento, tormentoso y de proporciones épicas.
Saturno, con un periodo orbital de 29,46 años, es el segundo planeta más grande, y su sistema de anillo glacial lo convierte en uno de los objetos más bellos del sistema solar. Debido a que es el planeta más alejado y lento visible al ojo humano, Saturno sigue siendo el planeta que está justo en la parte exterior del sistema solar, de acuerdo a lo que pueden captar nuestros sentidos. Su perfecto y claro sistema de anillos, sumado a este hecho, siempre se ha supuesto que Saturno tiene relación con las barreras, el tiempo y las limitaciones de nuestra existencia. Psicológicamente, a Saturno se lo asocia con el desarrollo de barreras sólidas del ego que nos protegen, pero que también nos confinan y nos restringen.
Quirón, el "asteroide atrapado" o "planetoide", fue descubierto en 1977 y sigue siendo un desadaptado en el sistema solar. Proveniente del cinturón de Kuiper, que se encuentra fuera de la órbita de Plutón, se desconoce cuánto tiempo permanecerá este visitante con nosotros. Con una órbita extremadamente elíptica de 49-51 años, la función astrológica de Quirón parece ser la de conectar los planetas exteriores con los planetas del "Viejo Mundo", ya que fluctúa casi tan lejos del Sol como Urano, para luego pasar por dentro de la esfera orbital de Saturno. Aunque de ningún modo Quirón haya sido aceptado universalmente dentro de la tradición astrológica tradicional, quisiera incluirlo desde un comienzo, porque, como principio psicológico, parece tener mucha importancia para nosotros en este periodo particular de la historia.
Ciertamente, los planetas exteriores Urano, Neptuno y Plutón pertenecen a un orden muy distinto. El descubrimiento de estos planetas solo fue posible gracias al desarrollo de instrumentos científicos, como el telescopio, y esto parece ser el reflejo que se corresponde con la conciencia y el conocimiento. El descubrimiento de Urano ocurrió en 1781, lo que dobló el tamaño del sistema solar de la noche a la mañana e hizo añicos la visión del Viejo Mundo - un avance chocante, inesperado y excitante -, que inmediatamente nos dice algo sobre su interpretación astrológica. Los descubrimientos de Neptuno, en 1846, y Plutón, en 1930, anunciaron la era actual, con todo su tremendo potencial para la evolución y la destrucción colectiva.
Hay mucho que aprender, ¿no es así?
Clare: Sí. Aprender astrología es muy similar a emprender un noviciado. La astrología es un oficio práctico que no es posible dominarlo mediante el puro intelecto. Cada uno de nosotros debe entablar su propia y única manera de relacionarse con la astrología, y nuestros grandes esfuerzos y dedicación reciben recompensa al establecer una conexión con la viviente tradición astrológica, en cuyo momento la materia de aprendizaje y cada carta que estudiemos comienzan a tomar vida frente a nosotros. Es el aprendizaje lo que nos prepara para este momento mágico, cuando nos encontramos por primera vez en diálogo con el cosmos viviente.
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