América Latina es muy rica en cuanto a creencias, manifestaciones culturales, y religiones. El tráfico de Esclavos hacia América es una de nuestras principales riquezas en materia de multiculturalidad y gracias a las tradiciones que lograron mantener durante el tiempo las personas afrodescendientes, podemos encontrar los sincretismos que le dieron el origen a diversas ramas de la magia como el Vudú, el Umbanda, la Kimbanda, el Candomblé, la Santería, etc.
Todos estos sistemas animistas, cargados de componentes mágicos y cosmogónicos, mezclados con el catolicismo han abierto paso a conocimientos que para muchos son ejes fundamentales de sus vidas.
Todos estos sistemas animistas, cargados de componentes mágicos y cosmogónicos, mezclados con el catolicismo han abierto paso a conocimientos que para muchos son ejes fundamentales de sus vidas.
El caso es que en esta oportunidad les quiero dejar una oración a San Cayetano.
San Cayetano (Vicenza, 1 de octubre de 1480 - Nápoles, 7 de agosto de 1547) fue un presbítero italiano, fundador de la Orden de Clérigos Regulares Teatinos. En 1671 fue proclamado santo por el papa Clemente X. Se le conoce como Santo de la Providencia, Patrono del pan y del trabajo. Y, como tal, es uno de los santos más preponderantes y transversales a los que recurren diversos cultos místicos, mágicos y religiosos.
Esta oración es de protección para conseguir un empleo o para proteger el que ya tienes. Si eres creyente en los santos, pues éste es uno de los más milagrosos.
Aleja de mí, abnegado San Cayetano,
el temor que me impide vivir en paz,
envuelto en la amenaza de la indigencia.
Procurador de trabajo, ruega por mí y mi familia.
Ángel fuerte en la adversidad, ayúdame a comprender
que cuando más confiado y sereno me encuentre,
mejor realizaré mi trabajo diario,
menos posibilidades tendré de perderlo
y más oportunidades de progreso aparecerán.
Yo prometo consagrarme a la labor cotidiana
con ahínco, sin desprecios ni soberbia.
San Cayetano,
enséñame a compartir mi mesa y mi pan
y no permitas que falte en nuestros hogares
el trabajo digno de cada día.
Que así sea.
Amén.
Ora de camino a tu trabajo o antes de salir de casa. Piensa en las palabras que vas pronunciando y vive conforme a lo que dices. Si eres consecuente, todo saldrá bien.
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