Entre las tumbas del Cementerio N°1 de Rancagua, se alojan los restos de Tito Lastarria, en cuya vida se dijo que hizo un pacto con el diablo gracias al cual pudo acumular grandes riquezas. Luego de su muerte, la gente recurre a él para pedir favores de diversa índole, los que serán cobrados cuando caiga la última de las cuatro cruces que coronan su mausoleo.
Una de las curiosidades de este personaje es que, siendo un héroe de la Guerra del pacífico, Regidor, Alcalde, en definitiva un personaje tremendamente público y existiendo ya la fotografía en el país, no existe de él, ninguna fotografía o registro gráfico. Esto se presume que es debido a que en un viaje que realizó a Europa, habría tenido algún tipo de experiencia vampírica ya que al volver, su madre escribe una carta en la que señala que Lastarria, luego de volver de su viaje, había cambiado sus hábitos, y que había comenzado a tener una vida nocturna mucho más activa, renunciando a sus actividades diurnas.
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